Razones por las que probar la comida japonesa

¿Eres reacio a la comida japonesa? Muchas personas tienen un temor asociado a este tipo de comida, debido a que, los ingredientes que contiene, como el pescado crudo, no nos incitan a probar parte de los numerosos platos de origen japonés. Entre ese y otros motivos, la gente tiene todo tipo de excusas para no probar la comida japonesa. Si te suenan algunas de las siguientes excusas ¡te damos algunas razones por las que debes probar la dieta japonesa!

“Jamás probaré el sushi, qué asco comer pescado crudo”

El pescado que presenta el sushi no es del todo crudo. Este pescado es procesado de diferentes maneras. Además, suele estar empapado en vinagre o congelado, por lo que, los microorganismos que nos puedan producir repulsión a probarlo ya no forman parte de la pieza de pescado.

No todo el sushi lleva “pescado crudo”. Existen diferentes tipos de sushi en los que el ingrediente principal es el palito de cangrejo, el pepino o el aguacate. Algunos sushi hasta pueden incluir pollo o tempera. 

Fuente: allrecipes.com

“¿Cómo voy a comer algas? ¿Estás loco?”

El alga marina que se utiliza para enrollar el sushi es rica en vitaminas y minerales como el yodo. Esta alga marina se denomina “nori” y son plantas de agua dulce o salada que cuentan con los mismos ciclos que las plantas terrestres. Entonces, ¿qué diferencia existe entre la nori y la planta de orégano o el perejil? ¡Ninguna! Además, las noris ayudan en caso de padecer colesterol alto y son ricas en proteínas.

Fuente: vegin-vegan.com

“La comida japonesa es comida basura”

La alimentación tradicional japonesa es una dieta que te permite comer hasta 30 alimentos de distintos grupos nutricionales al día. Las calorías de esta dieta no superan 2.300 calorías en el hombre y las 950, en las mujeres. Esta dieta abunda en productos frescos, es rica en carbohidratos gracias a la pasta y el arroz, contiene pescado, verduras y apenas contiene grasa. Por lo que, es una dieta beneficiosa contra el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, obesidad o enfermedades metabólicas.

Fuente: buenaisla.com