Aunque parezca mentira, lo que comes en las últimas horas del día influye en el tiempo que te lleva quedarte dormido y en que descanses mejor o peor.
Lo primero, es no cenar comidas pesadas con las que nos lleva mucho tiempo hacer la digestión, pero tampoco debemos acostarnos con el estómago vacío para evitar tener hambre en mitad de la noche.
Debemos dejar pasar por lo menos hora y media desde que cenamos hasta que nos acostamos y comer siempre alimentos que nos sacien pero poco pesados.
Existe una serie de alimentos, ricos en triptófano que nos ayudan a conciliar el sueño, ya que aumentan los niveles de serotonina y melatonina(transmisores que influyen en el sueño).
Estos alimentos, son mayoritariamente los que contienen proteínas. Una cena que contenga carne de pavo o pollo (son las más fáciles de digerir), sería lo más adecuado para que esta comida a última hora del día no resulte pesada y además nos ayude a dormir.
Fuente: comerico.com
También la leche es rica en triptófano. Así que un yogur, o un buen vaso de leche, nos ayudaría a evitar que tuvieramos que contar ovejitas.
Otros alimentos que te ayudan a tener un sueño más reconfortable son el plátano(contiene magnesio que es relajante muscular), la miel, las nueces y almendras(ricas en magnesio y triptófano); la pasta y el arroz, aunque en pequeñas cantidades, pueden aumentan los nieveles de melatonina y por supuesto infusiones como valerianas o tilas, al funcionar como sedantes.
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