A partir de ese momento, se empezó a hablar de la dieta mediterránea como un factor a tener en cuenta en la prevención de estas enfermedades.
Tras este descubrimiento, los científicos marcaron los elementos que definen la dieta mediterránea: pasta y arroz, verduras, legumbres, abundante fruta, aceite de oliva, poca carne y mucho pescado, pan integral, y todo sazonado con algunas especias como el ajo, el orégano, algo de pimienta, y pequeñas cantidades de vino.
En un principio no se conocía
por qué funcionaba tan bien esta combinación de alimentos.
Pero, poco a poco, los nuevos descubrimientos en bioquímica y nutrición
desvelaron los secretos de una sabiduría milenaria.Leer más
Bibliografía:
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